Escribe: Malena Masuelli IG @la.malaria
En este encuentro con el colectivo performático ANO, Malena Masuelli conversa sobre los modos de producción, las prácticas artísticas situadas, los cruces de lenguajes artísticos y el universo simbólico que rodea sus obras. Hace una lectura de su recorrido y nos adelanta algunos detalles de su próxima performance a estrenar este lunes 19 de junio en el Galpón 11.
Desde hace cuatro años se viene gestando en el territorio rosarino una grupalidad que tensiona los lenguajes artísticos, abocándose a la producción multidisciplinar atravesada por la matriz teórico política del posporno. “ANO es un proyecto que abarca desde un modo de producir a un contenido, es transversal a todo, a muchos lenguajes, disciplinas y modos de crear”, con estas palabras inicia la conversación Mauro Chinellato, performer y productor de ANO.
Mauro, Amaru de Luca Maye y Juliana Facchinello conforman Ano. Se conocieron en la Cátedra de posporno de la Facultad de Humanidades y Artes, donde de manera intuitiva surgió el deseo de hacer grupalidad. “Yo venía de la data del cine y había hecho teatro. Aprendí una forma de contar y de narrar de la que quería escaparme y empecé a buscar gente de las artes escénicas, un poco fui a la cátedra en búsqueda de eso” , comenta Amaru, que toma varios roles en la creación, desde la producción musical, el diseño lumínico, la producción audiovisual y el vestuario, además de participar como performer. Para abordarlas, se introduce en todas a la vez. Busca trazar las relaciones entre las multilíneas disciplinares y pensar con cierta globalidad, buscando una síntesis y lenguaje propio a partir de todas esas herramientas.
Comenzaron a encontrarse en climas “amigueros” y afectivos donde surgen propuestas performativas y de investigación. Juliana comenta al respecto “una vez le decoramos el ano a Ama con gibre y piedritas, en otra gateamos desnudas por la calle. Entrenábamos el nudismo. La confianza que tenemos ahora en los cuerpos viene de ahí. Algo de eso se fue construyendo en el tiempo con prácticas cotidianas.”
Un chiste interno es que “ANO trabaja a pedido” porque todo comienza con una propuesta, una invitación, un evento que les tiente. A partir de eso se pone en juego un tráfico de información, de referencias y discusiones que se dan grupalmente. Se va haciendo un engranaje de ideas para ver qué reglas de juego tiene ese universo que se está creando. Como síntesis de este intercambio, Juliana realiza una propuesta de guión y de dirección escénica. “La mayoría de mis guiones tienen algo de biográfico. Me gusta pensar en lo que ya traen les performers, tomar los elementos de la fisicalidad de Mau y de la potencia nostálgica de lo oscuro de Ama. Yo vengo de la fotografía, me interesa y me conmueve ese terreno, también hay una inquietud que tiene que ver con lo filosófico, que busca correrse del sentido común más yano”
Desde este guión, Amaru dibuja y diseña en 3D las imágenes, comienza a producir el clima sonoro y a pensar en la iluminación. Comenta, “no nos interesa el ensayo, no creemos en eso de ensayar hasta que salga bien, tampoco trabajamos a partir de la improvisación, poco se deja al azar, nos dedicamos más a un ejercicio de pensamiento”.
Mauro lleva a cabo las tareas de gestión para materializar el proyecto y cuenta las problemáticas con las que se encuentran. “La económica es una limitante constante, nuestras propuestas siempre se piensan desde ese lugar de precariedad. Luego el tema de que nuestra producción es colaborativa y nos abarca a un gran número de personas que difícilmente podemos cobrar honorarios, mucho menos dignos. Finalmente trabajar desde el posporno y lo no mainstream ya es una limitante de momento cero. La moral y la ética están presentes”. Con esta última declaración de Mauro recordamos episodios como el del grupo Opera Periférica en el Museo Fernandez Blanco, cómo también el de la performance pospornografica en la UBA, que produjeron escándalo mediático, cuestionamientos morales y censuras institucionales.
ANO es una actividad situada.
Hay una intención de marcar una coordenada temporo-espacial, desde el territorio de la ciudad y hacia las relaciones cercanas. “Lo que hacemos artísticamente es saturar la realidad, la elevamos a un plano de ficción, hay cosas que siempre vuelven que son esos personajes que vamos creando que son artificios de nosotres mismes”, comenta Amaru, cuya estética rural y paisana se entremezcla con un clima noventero de clase media baja que les atraviesa a todes como grupo. En estas ficcionalizaciones de sus realidades, aparecen personajes de su entorno que pululan alrededor de ANO como Leiny Julieth, que anteriormente pertenecía al colectivo y Castro el Sucio, que además trabaja colaborativamente con ANO en la construcción de materialidades.
En las creaciones de ANO hay una presencia del horror habitada desde el contraste: “Para pensar el extrañamiento hablamos de la oscuridad a la luz del día, de cómo las peores cosas pasan a los ojos de todes y eso nos parece hermoso. Como la vida misma, esa crudeza, ese salvajismo, ese es un gran motor para las imágenes de ANO”, dice Juliana, a lo que Mauro agrega “No nos interesa la representación, no trabajamos desde ahí”. Las propuestas nunca son lineales y directas, sino que tienden a la ambigüedad, ese contraste obliga al espectador a armar su propia lógica.
Como consecuencia de las relaciones que se producen a partir del recorrido de Juliana con la foto en movimiento, la experiencia corporal de Mauro y la influencia del arte digital de Amaru, empieza a aparecer un sello característico de ANO: escenas escultóricas, imágenes sostenidas en el tiempo que plasman en lo escénico huellas de otros lenguajes. Cuando esta búsqueda se encuentra con la teoría, se produce un salto conceptual. “Si ANO tuviera un dios sería Lucrecia Martel”, declara Juliana. “Ella nos dio mucha teoría en cuanto a esta búsqueda donde no queríamos un tiempo de videoclip o de publicidad donde pase todo rápido. Percibimos algo intuitivamente y ella le puso nombre: para que aparezca lo sonoro hay que bajar la narrativa”.
Pronunciar aquello que ANO invoca es hablar de lo no dicho.
De la impresión sonora que dejan las imágenes, de la pesadumbre del tiempo, de lo siniestro en lo cotidiano, del diálogo entre la cámara y la carne, “construimos universos a través de experiencias físicas, que la presencia del cuerpo en la imagen esté dando una sustancia. Algo del pelo, las uñas, la orina, la leche materna, el sudor”, agrega Amaru. Este cruce entre la densidad temporal, el rechazo a la representación, las imágenes escultóricas y la presencia de la carne y sus líquidos, ponen al espectador en una situación contemplativa, más no pasiva. Invitan a vivenciar el acontecimiento en un entramado complejo de capas de sentido que dan lugar tanto a la afectación como a la actividad del pensamiento.
Cada obra se focaliza en un universo. “Bixa Travesti” (2019, C.C. Atlas), “Las Bikinis” (2019, Fanática Viciosa, FHyA), “Sin Título” (2020, Salon Nacional Jamaica Posible) , “Neocriollo” (2021-2022, Galería Jamaica) son microclimas que si bien son distintos, permiten trazar líneas de conexión que dejan ver una progresión del multiverso que es ANO. Amaru cuenta que “En Las Bikinis aparece algo de lo animalesco, de desbordar lo humano, de la cuadrupedia, del montar a caballo. En Neocriollo algo de esto se retoma en relación a lo campesino, paisano, como en un entorno de fiesta, pero el afuera de la fiesta. Creo que la fiesta tiene mucho que ver con la muerte, ese estadio, esa temporalidad, eso de ir hacia abajo.”
Actualmente ANO se encuentra trabajando en una nueva propuesta. Vuelve a traer su imaginario a escena con la performance “AGGRO: en el cielo oscuro la melancolía florece”, Mauro cuenta un poco sobre el nombre de la obra “Empezamos a ver que tipos de universos gamer nos transmitían algo de lo que nosotres queríamos introducir en las imágenes. AGGRO viene de aggressive, es un código gamer de los videojuegos donde hay violencia y agresividad. Además hace un juego de palabras con la agricultura, que viene a traer un rastro de Neocriollo que va de la pampa del litoral. El subtítulo es un haiku, lo pusimos en relación porque en la obra hay algo de lo melancólico, de lo nostálgico, de lo abusivo, de lo tóxico, de lo romántico.”
La performance se estrenará el 19 de junio en el subsuelo del Galpón 11 en el marco de un evento realizado en coproducción con Obsession (IG @obsessionprod) , una productora independiente de música de la ciudad. Además contará con la participación de Cyber Angel (IG @cyb3r_4ng3l) , Marttein (IG @marttein) y Dj Romance (IG @eltopo.romeo.dejromance).
La invitación es a acercarse a conocer en primera persona la experiencia que propone ANO. Observar lo que se presenta, detenerse en el tiempo, abrir el campo perceptivo para recibir la belleza del espanto. Mientras ANO habite la escena, habrá en Rosario un nicho de rigor violento que apueste a inquietar.
Malena Masuelli IG @la.malaria. Web https://malenamasuelli.com.ar/
Entrevistades:
Colectivo performático ANO
IG @ano.4n0
Web www.4n0.com.ar
Vimeo ano.4n0 https://vimeo.com/445006160
Amaru de Lucca Maye (IG @amarudlm)
Juliana Facchinello (IG @julianafacchinello)
Mauro Chinellato (IG @mau.chine)