Desde el equipo editorial de INQUIETA nos propusimos convocar a artistas coreógrafas, bailarinas, docentes e investigadoras del movimiento para relatar, a través de estas páginas, sus particulares modo de producir y reflexionar acerca de su práctica.
En esta oportunidad Lorena Concari, hacedora de todo lo expresado nos convidas sus reflexiones acerca del entramado en el que la producción y la enseñanza de la danza clásica acontecen a la hora de crear.
Muchas veces me encuentro pensando que es la Danza? Esa pregunta tuvo muchas distintas respuestas a lo largo de mi vida. Cuando era pequeña la danza era una ilusión llena de tules y brillos, después vino una época que era entrenar, hacer, mejorar, desafiarme. Empezó a aparecer luego la pregunta de cómo enseñar, cómo crear, era posible que fuera mí trabajo.
Hoy ES mi trabajo, encaro todos los días la enseñanza de la Danza Clásica proponiendo el abordaje a la técnica desde una escucha interior, desde un estudio minucioso de dónde comienza el movimiento, cómo habilitamos/ habitamos ese movimiento que en apariencia puede ser impuesto, no natural.
Ph Sol Mallo
También así abordo el proceso creativo, una idea puede aparecer de manera sorpresiva, pero como desarrollarla es, en mí caso, un nudo al que le doy muchísimas vueltas.
¿Cómo explicar este proceso? Es al comienzo una explosión, una euforia por hace , miles de secuencias ,música, silencios, desarrollos espaciales, gente en mi mente saltando y girando, hasta que me tranquilizo y queda una chispa, queda ese nudo que empieza a poder desenredarse.
En los procesos creativos que he ido desarrollando en el Instituto Superior Provincial Isabel Taboga trabajo con egresades y estudiantes de 3ero y 4to año de la orientación Danza Clásica, esta mixtura es de una enorme riqueza. Los recorridos son distintos, los saberes, las edades, los intereses, todo esto son aportes que sin duda aparecen en la obra. Sobre todo, porque ya hace tiempo que trabajo pidiendo a les intérpretes que busquen en su interior, que indaguen, que se pregunten…
Estas búsquedas pueden parecer absurdas en el marco de la Danza Clásica pero no, le brindan al movimiento (a los llamados pasos) una honestidad, siento que es poder apropiarse de lo técnico, naturalizarlo.
Ph Franco Trovato Fuoco
Otro tema muy complejo es la música o lo sonoro. Hemos trabajado con textos (Babel, estreno noviembre 2014, Biblioteca Argentina) leídos por otras bailarinas en escena, compositores clásicos y músicos que conocemos, que están cerca nuestro. La famosa frase musical de “8” que tanto ayuda a les bailarines, que es una convención, una forma de ponernos de acuerdo, de bailar al unísono, por momentos no estaba. Y ahora, ¿Que hacemos sin esa ayuda? Pues escuchar-nos, mirar-nos, sentir-nos, y todo esto se hace posible porque hacemos la clase juntes, porque componemos juntes, porque aprendemos una secuencia juntes (disfruto mucho poner coreografía). Se va armando un entramado, un estar en escena, un movimiento o mejor dicho una dinámica en común.
Hay veces que sé exactamente como empieza, como se desarrolla y como termina una obra.
Otras, y es algo que he aprendido a disfrutar con el tiempo, se dispara esa idea y cuando comienza el proceso me dejo sorprender por lo que va apareciendo, esa adrenalina me empuja, me desafía. La maravilla que aparece con les bailarines cobra de inmediato lugar en la obra, ¿cómo perderme esa posibilidad?
No es magia pero a medida que se suceden los ensayos sique en mi ese torbellino del principio y de pronto cada segmento empieza a encontrar su lugar, decanta, empiezo a ver que no puede ordenarse de otra manera, la obra me dicta como tiene que ser la obra.
Empieza un proceso nuevo: ensayar. Repetir, limpiar y luchar para que esa repetición no lave lo auténtico, lo genuino.
Y llegamos a estrenar: el disfrute en escena nos conmueve.
Recién ahí empieza a crecer La Obra.
Ph Franco Trovato Fuoco
Ph.Portada Sol Mallo